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Con motivo de las Pruebas de Accesoa la Universidad, hemos realizado una actividad de actualización de Descartes que versará sobre la Moral Provisional de dicho autor y las influencias que en esta podemos apreciar.

MAXIMIZA TUS INFLUENCIAS

Nuestra vida cotidiana está compuesta por una continua toma de decisiones sobre las cuales no podemos permanecer indiferentes, por ejemplo, decidir qué tipo de estudios vas a realizar, tu orientación profesional, etc. Descartes era bien consciente de ello y por lo tanto, tras llegar a la decisión de utilizar la duda como método para obtener principios verdaderos de los que nadie pueda dudar y construir sobre ellos el edificio del conocimiento, cree necesaria la provisión de un conjunto de máximas morales como referentes para tomar decisiones en la vida diaria. Este conjunto de máximas es conocido como la Moral Provisional Cartesiana y surge de la imposibilidad de permanecer tan irresolutos en nuestra vida diaria como en el ámbito teórico, ya que si dudásemos de todo en cuanto a la práctica tendríamos que abstenernos de la toma de decisiones, crucial en el día a día.

Esta Moral Provisional está compuesta por tres máximas y una conclusión, y en ellas podemos apreciar varias influencias. La primera máxima nos dice que debemos “obedecer las leyes y costumbres del país en el que se vive”, claramente influenciado por Montaigne, además también nos recomienda por influencia de Aristóteles seguir las opiniones más moderadas y alejadas de todo exceso. Esta máxima está muy presente en la sociedad actual, en la cual el intercambio cultural, ya sea por motivos económicos, laborales o personales, está a la orden del día. De hecho, podemos observar diariamente como personas de diferentes nacionalidades, costumbres y religión es se adecuan a nuestra sociedad, normas y hábitos. Un claro ejemplo de esta adaptación a otras culturas y que podemos encontrar constantemente en los medios de comunicación es el burka, el cual obligan a llevar a cualquier mujer, sea o no musulmana, que se traslade a los países en los cuales la religión y el sentimiento de superioridad masculino privan a las mujeres el derecho a vestir libremente. Descartes también nos recomienda en esta primera máxima que nos fijemos más en los hechos que en las palabras, ya que no todo el mundo dice lo que piensa. Esto es fácilmente aplicable a la política actual, en la cual la demagogia está constantemente permanente: los políticos nos dicen lo que queremos oir pero a la hora de la verdad, una vez asumido el poder, no lo cumplen. Por eso debemos fijarnos en sus acciones y no creernos todo aquello que dicen, para poder ser capaces de tener un criterio justo y acorde con la realidad.

En la segunda máxima, donde podemos apreciar la influencia de los estoicos y en especial de Séneca, Descartes nos aconseja ser firmes y decididos en las acciones, Esto podemos aplicarlo en muchos ámbitos, pero uno de los más importantes es en la formación. Una vez elegida tu orientación, debemos ser firmes y constantes para conseguir finalizarla con éxito, ya que la inconstancia no nos llevará a nada productivo. La influencia de los estoicos también está presente en la tercera y última máxima de la Moral, y en ella el filósofo nos aconseja vencernos a nosotros mismos antes que a la fortuna y no desear aquello que no está a nuestro alcance.

Por último, en la conclusión de su Moral Provisional Descartes recomienda, claramente influenciado por Sócrates y Platón, la dedicación de la vida al uso y cultivo de la razón (lo que para el filósofo supuso una gran fuente de satisfacción) ya que “basta con juzgar bien para obrar bien”.

Gilda Oyono y Tamara Villena. 2ºBachiller B
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"Sé que soy, pero... ¿Qué soy?"


Con motivo de las Pruebas de Acceso a la Universidad, la primera propuesta para actualizar el pensamiento de Descartes que hemos escogido es: “Descartes y el escepticismo” y que mejor manera de empezar conociendo qué es el escepticismo y en qué consiste.


El escepticismo es la corriente filosófica que inició Pirrón de Elis; afirma la necesidad de suspender el juicio allí donde los demás filósofos encuentren respuestas a las preguntas, utilizando el método consistente en establecer oposiciones de todas las maneras posibles para conseguir, dada la igual fuerza de las diversas argumentaciones esa suspensión del juicio y después alcanzar la ataraxia, es decir, la tranquilidad del alma; considera que el hombre es incapaz de alcanzar alguna certeza.


Entonces… ¿Qué relación mantiene Descartes con dicha corriente?


Descartes fue el primero en enfrentarse a la duda de los escépticos y por eso podemos considerar el pensamiento cartesiano como una respuesta a la incertidumbre de la época en la que fue formulado. Intenta construir un sistema filosófico que resuelva esa incertidumbre generalizada propia de los escépticos, encontrando en la razón humana la roca firme sobre la que construir un sistema de conocimiento que resista al ataque de la duda, una filosofía en la que el error no tenga cabida.

Como bien sabemos, el escepticismo es una de las corrientes más influyentes al terminar el Renacimiento, que como hemos dicho anteriormente, afirma la imposibilidad de alcanzar el conocimiento verdadero, considerando a la razón imposibilitada para alcanzarlo por su propia naturaleza. Como actitud filosófica, el escepticismo lleva a la parálisis: al no ser posible la certeza en ninguno de los aspectos de la vida, es inútil el esfuerzo para intentar alcanzarla. Una actitud, en definitiva, de parálisis en cuanto al conocimiento, lo social y moral. En este sentido nuestro filósofo afirma que “no se puede permanecer irresoluto en las acciones”, es decir, no es posible suspender la acción porque no es posible detener la vida, permanecer inactivo a la espera de que la razón encuentre certezas.

En contraposición al escepticismo en el ámbito del conocimiento, Descartes partirá de principios radicalmente contrarios: la verdad y la certeza absoluta son alcanzables porque la razón humana es suficientemente poderosa para obtenerla. Su objetivo principal será “dirigir bien la razón y alcanzar la verdad en las ciencias”, pues el estado de confusión y desorientación en el que se encontraba la filosofía, y que dio pie a la desconfianza en el poder de la razón y al consiguiente resurgir del escepticismo, no era producto de la incapacidad de la razón, sino de la errónea utilización que se hacía de ella. En otras palabras, el objetivo principal de Descartes será encontrar verdades absolutas sobre las cuales no sea posible dudar en absoluto.


Pero… ¿Es la duda cartesiana una duda escéptica?

 
Para poder responder esta cuestión, Descartes pone en práctica el principio de la duda metódica, que no es una duda real como la puesta en práctica por los escépticos, éstos solamente dudan por dudar y fingen permanecer irresolutos. Sin embargo, Descartes propone, como hemos dicho anteriormente, una duda metódica, que será el camino para averiguar algún tipo de verdad que sea indubitable, es decir, alguna certeza. Esta duda metódica que le permitirá alcanzar la verdad se caracterizará por ser provisional (se abandonará cuando se alcance alguna verdad indubitable), metódica (será el medio para alcanzar la verdad), universal (será aplicada a la más mínima interrogación) y teorética (no deberá extenderse a la conducta).

Mediante dicha duda metódica Descartes alcanzará el principal objetivo de su filosofía, es decir, llegar a la primera certeza absoluta, la existencia del sujeto que piensa: “pienso, luego existo”.




Héctor Martín Cid
Irene Monzó Ramírez.


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LA MORAL PROVISIONAL CARTESIANA

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GUIÓN PARA LA REDACCIÓN EN GRUPO: "LA TEORÍA DE LAS IDEAS"

  • Introducción
  • Cuerpo
- Contexto histórico y antecedentes filosóficos
- Concepto de Idea para Platón
- Concepto de Idea como principio unificador del mundo sensible
- ¿De qué hay Ideas?
- Dualismo Ontológico y Epistemológico
- Teoría de las Ideas como fundamentación del Estado Ideal

  • Conclusión
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Introduciendo a Platón

Este año es muy importante para nosotros porque tenemos la prueva PAU, tan necesarias para seguir con nuestros estudios. Por eso, este año estamos estudiando a varios filósofos de los cuales nos tendremos que evaluar. Y ¿qué mejor método para prepararnos que haciendo los modelos de preguntas de dichos exámenes?. Por este motivo, vamos a contestar a la nueva pregunta que entrara en el selectivo basándonos en el filósofo Platón.

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¿Orgullosos de vivir en la “Sociedad de la Información y el Conocimiento”?


En pleno siglo XXI vivimos rodeados de tecnología y plataformas audiovisuales que nos facilitan la vida en muchos aspectos: estamos informados de lo que pasa diariamente en la sociedad, tenemos a mano una gran cantidad de información, estamos constante y fácilmente comunicados…En fin, se puede decir que en nuestra “sociedad de la información y conocimiento” todos estos avances nos hacen la vida mucho más fácil.

No obstante, ¿estamos seguros de que por tener más facilidades tecnológicas vivimos mejor informados que hace unos años? Debemos tener en cuenta que no por tener más a mano la información esta es más fiable, y que un elevado porcentaje de las noticias que nos ofrecen los informativos tiene su dosis de manipulación, especialmente política. Platón, sin embargo, en los siglos IV y V a.C no tuvo la “suerte” de tener por ejemplo, un ordenador para escribir “La República” ni pudo utilizar un PowerPoint para representar “El Mito de la Caverna”. Aún así, siguiendo el pensamiento platónico, vivir rodeados de métodos audiovisuales y medios de comunicación no es ninguna “suerte”, ya que según parece, estamos entrando de un modo masivamente colectivo en la caverna de Platón.

Esta introducción colectiva en la caverna platónica tiene su explicación en la excesiva credibilidad que le otorgamos al mundo virtual y las imágenes que éste nos proporciona del mundo sensible.

En su Mito de la Caverna Platón hace una dura crítica a las imágenes o sombras de los objetos y seres naturales o fabricados y a estos mismos dando a entender que cualquier conocimiento sensible u opinión (Doxa) nos aleja del auténtico conocimiento, es decir, de las Ideas. Este tipo de conocimiento, cuyos resultados no son más que meras sombras de la verdad, podemos adquirirlo mediante una experiencia directa o mediante los medios de comunicación; pero en ambos casos y mientras continuemos creyendo que la realidad se reduce a lo sensible y representable, permaneceremos en el interior de la caverna, en un mundo de sombras ilusorio. Es decir, las sombras que podemos identificar con aquellas imágenes que se nos muestran en las pantallas televisivas, en el cine o en los ordenadores; sí que son reales ontológicamente hablando, pero el estado epistemológico que nos proporcionan no es un conocimiento sobre la realidad profunda.

No obstante, en nuestra sociedad se sigue creyendo que todo aquello inteligible, que no podemos ver ni tocar, no es real. Hemos pasado de la cultura oral a la automatizada, hoy en día creemos que las proyecciones (diapositivas, presentaciones…) son mejores métodos de difusión educativa y de enseñanza que la palabra, ya sea oral o escrita. Sin embargo, esta aparente facilidad no es más que una forma de volver más superficial lo profundo, es decir, de ensombrecer la verdadera realidad y alejarnos de ella.

Lo que Platón pretendía decirnos es que debemos ir más allá de lo que ven nuestros ojos porque el conocimiento no es sólo imaginar a partir de imágenes ni representaciones. Por este motivo Platón identifica a los prisioneros como aquellas personas cuyas almas se han dejado llevar por las apariencias y las identifica como de hierro o bronce y representa a los filósofos como aquellas personas cuya alma de oro ha ido más allá de las apariencias y han logrado ver el Sol, que representa el máximo ideal, el conocimiento absoluto: la Idea del Bien.

A partir de esto, podemos decir que la verdadera amenaza que constituyen los medios de comunicación es la trivialización de lo serio, real y verdadero. Y es que podemos utilizar lo sensible como una representación de aquello a lo que sólo puede alcanzar el conocimiento, pero nunca podemos utilizarlo como una sustitución a esto. El universo cognoscitivo de los medios de comunicación no bebe anular la capacidad de nuestra psiquis para llegar a la Noesis.

Debemos desconfiar, por lo tanto, de mucha de la información que nos aporta los medios de comunicación y escapar de la manipulación programada para la mayoría ignorante y creyente de aquello sensible. Para lograrlo es imprescindible pensar acerca de la información que se nos proporciona, seleccionar aquello que creamos oportuno empleando la razón y relacionándonos con personas que también hagan uso de esta y vayan más allá de lo que aparentemente nos proporciona la “sociedad de la información y el conocimiento”.





Tamara Villena Rodríguez

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La justicia y Platón

El tema de la justicia ha sido muy importante en la historia del pensamiento humano y por eso la definición de este término tiene mucha relación con el devenir histórico. Así por ejemplo, si pensamos en cuál pudo ser la concepción de la justicia en el hombre primitivo, llegaríamos a la conclusión de que no era la misma que la que tenemos ahora.






Platón trata la Idea de justicia en una de sus obras más importantes en la que probablemente expone de manera más completa sus pensamientos. Esta obra es: La República cuyo tema general es el Estado, cómo llegar a un Estado Ideal.
El Estado Ideal es aquel que, según Platón, encarna a la perfección las Ideas eternas de Bien, de Justicia y de Belleza y debería ser imitado por todos los Estados empíricos, pero ninguno de ellos puede ni podrá encarnar a la perfección este ideal, pero sí aproximarse a él e intentar encontrar la harmonía entre los ciudadanos.



La Idea platónica de justicia, ha repercutido en muchos aspectos actuales. Podemos decir que actualmente nuestro modelo de Estado actúa en base al empirismo político defendido por los sofistas. Esta teoría consiste en considerar bueno y justo todo aquello que, de hecho, el pueblo o la mayoría toma por “justo y bueno”, sin pararse a considerar si eso es lo verdaderamente justo y bueno. Existe una relación entre esta teoría y nuestro Estado ya que nuestras leyes están hechas de acuerdo con las opiniones de los ciudadanos con respecto a lo que es la justicia. Tal y como es sabido, Platón rechazó la mayoría de las teorías filosóficas defendidas por los sofistas y esta fue una de ellas. Por eso, también si estuviera vivo criticaría a nuestro Estado ya que al contrario que los sofistas, Platón pensaba que todas las virtudes se basaban en la justicia y esta al mismo tiempo se basaba en la Idea del Bien que es la que proporciona la armonía en el mundo, por eso, si los gobernantes no conocen la Idea del Bien nunca podrán tomar sus decisiones de una manera justa.







Irene Monzó Ramírez
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